
Oda a Dios
La única constante de la vida mía,
se llama Jesucristo y le dedicó esta poesía.
El me habla y yo le digo.
A Jesús siempre le pido,
pues es mi mejor amigo.
Cuánto amor tú a mí me has dado,
tanto así que me has salvado.
Es cargando la Cruz en el camino de la vida, cuando más siento yo a mi lado tu compañía.
María me da el amor que me acerca a ti Señor, solo a través de ti madre inmaculada y admirable,
puedo contemplar el corazón compasivo de mi Padre.
Gracias Virgencita por nunca abandonarme.
Quiero ser tú apóstol Señor,
un discípulo eterno de tu amor.
Sorry, the comment form is closed at this time.